Maldito olvido....

Presentamos hoy, en este blog, un trabajo sobre uno de esos edificios que dentro de su pequeñez un día fue grande, y fue también grandemente olvidado. Mirando sus piedras, el viajero, podría dejar pasear sus ojos por esas paredes que guardan en silencio miles de historias, miles de secretos. Son tantas las piedras, los edificios, incluso poblaciones, que un día albergaron vida, que miraron altivos a su alrededor y hoy desfallecen olvidados....
La iglesia de Pieros es, como esos antiguos caserones que a veces salpican nuestros paisajes, engullidos casi por una vegetación salvaje que ha borrado aquellos tiempos de grandes señores de grandes propiedades que hicieron de ellos lugares poderosos, como esos torreones de castillos que asustaban a guerreros y que ahora temen ellos al olvido, como esos templos de dioses caídos... Fue la iglesia de Pieros grande en su día, recibió al mismísimo obispo para consagrarla, vinieron señores, se enterraron almas, escuchó oraciones y vivió fiestas grandes... pero, eso ya solo lo guarda una memoria ausente... ¿qué paso con tus muros, con tus piedras olvidadas? ¿qué paso con esa inscripción que hoy se borra en una piedra de su cabecera? ¿Qué nos contaba? ¿Qué paso con tu artesonado, cómo se hundió en los años? ¿Qué pasó con tus tesoros?...

Pero el tiempo es caprichoso, y el antojo quiso que alguien fijara en ti sus ojos, te han ido rescatando del olvido con lucha, sacrificio... aún así tu magia ha logrado llegar a algunas almas de esas que tanto protegiste, pues en los descendientes de aquellos que te vieron grande, como si algo en sus genes de tu grandeza hubiese quedado grabado, quieren verte de nuevo brillando, como lo hace parte de tu retablo que sobrevivió a los avatares de los años... Pasaron por ti hombres grandes, hombres pequeños, fríos, soledad, humedades, derrotas y victorias.... y hoy pasas tú por nuestras manos.